domingo, 24 de julio de 2011

Una pregunta...

Sé que no se debe cuestionar ¿por qué? sino ¿para qué?, pues voy a plantear esto a mi manera.
La primera pregunta, se responde con la segunda, aunque cueste creerlo.
Mi primera duda, comienza con un ¿por qué?, y me pregunto:
¿POR QUÉ sólo nos abrimos al resto cuando estamos mal, cuando nos sentimos sólos, o vacíos?
¿POR QUÉ no somos capaces de decir todo lo que sentimos?
¿POR QUÉ no aprendemos de nuestros defecto, o los asumimos como parte de nosotros?
¿POR QUÉ evitamos expresar nuestro dolor, si también forma parte de mi, junto a mis miedos, mis manías, y mis caídas?
¿POR QUÉ para ser feliz tengo que tener estudios, trabajo, propiedades, familia y amigos?
¿POR QUÉ solo lloramos cuando no podemos mas, cuando nos invade la tristeza?

Hay muchas mas preguntas que nos hacemos día a día, entre ellas la mas difícil,
¿por qué todo me pasa a mí?

Parte de ellas las resuelvo con un ¿PARA QUÉ?,  o algo similar como una utilidad,una particularidad, un modo de avanzar, como una forma de aprender. Cuando cuento mis penas es para poder sacar un peso de mi, para poder escuchar una frase que me motive a seguir, para saber que tengo gente a mi lado que me quiere, para saber que estoy viva y que me sucederán muchas más cosas, para aprender y conocer quien soy y como siento, para poder compartir eso con alguien que quiera conocerme, con alguien que quiera caminar a mi lado, para conocer mis limites, para valorarme, para amar cada momento bueno que vivo y saber que vendrán más y mejores, y para saber que también se llorar de felicidad, cuando estas en el camino correcto, cuando te conoces, cuando te amas y así poder amar a quien te rodea, para ser feliz teniendo lo que tengo, sin ansiar mas.

No hay comentarios: